Opta por la belleza ética

Los productos de cosmética y belleza están siguiendo claramente los pasos del éxito internacional conseguido por el Comercio Justo.

¿En qué consiste el Comercio Justo?

Se trata de una forma de comercio alternativo promovido por organizaciones no gubernamentales, la ONU, y movimientos como el pacifismo y el ecologismo, que promulgan una forma de comercio o  intercambio de bienes y servicios voluntario y justo.

Entre sus consignas, se establece el no uso de fondos o ayudas al comercio. Se promueve que sea un comercio justo, no una ayuda. Se apuesta por la dignidad y el no maltrato infantil. Se informa a los consumidores del origen de la mercancía y se valora la calidad y la producción sostenible. 

Y una cosa muy curiosa y que no todo el mundo conoce, los compradores pagan por adelantado para que los productores no tengan que buscar otras formas con las que financiarse.

En esta línea, la industria de la cosmética pretende seguir sus pasos, y hacer llegar al consumidor que sus productos han sido elaborados sin perjudicar a sus trabajadores, ni al medio ambiente.

Cada vez hay más marcas o fabricantes que incluyen entre sus ingredientes los de origen ético, como aquellos que provienen de cosechas sostenibles.

Una de las premisas más importantes para que la cosmética sea tratada como ética, es que no base sus pruebas en animales. 

¿Cuál es el compromiso de la cosmética ética?

- Uso de un proceso de fabricación sostenible (no etoxilación).

- Productos que nunca testean sus fórmulas en animales.

- Uso de ingredientes de origen natural que no suponga la muerte ni la amputación de ningún animal.

- No uso de ingredientes OMG (modificados genéticamente).

- Utilización de envases respetuosos con el medio ambiente, fácilmente reciclables, y que se hayan producido con el menor uso posible de energía.

- No uso de ingredientes "sensibles" como parabenos, sales de aluminio, colorantes artificiales, fosfatos o cloro en los detergentes.